Discografía

Luz de Agua
Poemas de Juan L. Ortiz
Canciones
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- 2022 | Shagrada Medra
Letras y Créditos
1 | ROSA Y DORADA…
Rosa y dorada
la ribera.
La ribera rosa y dorada.
Febrero,
y ya estás,
belleza última, en el cielo y el agua.
Etérea,
pero ya estás,
vapor flotante de un sueño
que parece de flor
y es de un lúcido pensamiento
que se busca
y se suspende
mientras el cielo es un ardor sensible.
Por los caminos pálidos, entre la hierba oscura,
el alma es un olvido hacia una orilla eterna.
Créditos
2 | NO ERA NECESARIO…
No era necesario mirar el cielo ni las ramas.
Aquí te vi, en la tierra pura, en la tierra desnuda.
Aquí te vi, espíritu primaveral, danzar o arder serenamente como la alegría sin nombre,
transparencia imposible de una dicha flotante sobre el polvo.
Aquí te vi, niña fantasmal de velos diáfanos, en el mediodía inexistente.
No era necesario mirar el cielo ni las ramas.
Créditos
3 | LA MAÑANA QUIERE IRSE
La mañana quiere irse
con el río al horizonte
en una sonrisa de aguas,
pero la prenden al cielo,
a manera de alfileres
melodiosos, los cantos
de los pájaros.
Se queda
igual que una niña agreste,
colgada por el encanto,
absorta mirando el río.
Créditos
4 | FUI AL RÍO…
Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con sus primeras sílabas alargadas,
pero no podía.
Regresaba
-¿Era yo el que regresaba?-
en la angustia vaga
de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.
De pronto sentí el río en mí,
corría en mí
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río!
Créditos
5 | CANCIÓN
El verano, niña mía,
en los dulces cabellos.
El verano en el vestido,
niña, de llama.
(El domingo, es verdad,
no era esa tarde para ellos)
Ah, pero de lo hondo
de ti, los ojos
flotando hacia aquel cielo
con un rocío encendido.
Ay, niña, con un rocío encendido.
Y el canto, el canto íntimo, niña, llorando hacia la brisa…
Créditos
6 | RUMOR DE LLUVIA
Rumor de lluvia.
Flota el alma en una
dulce soñolencia
musical,
y se pone del
color del paisaje:
verde hondo y húmedo
temblorosa vaguedad;
se hunde, se hunde…
Leo. Leo como en una
rumorosa lejanía
de mí mismo.
Créditos
7 | ANOCHE HA LLOVIDO
Anoche ha llovido.
Una lluvia ligera como un riego.
El cielo es
un celeste tierno
de donde brota el mundo, nuevo,
todo húmedo de brillos vegetales.
Las cosas tienen
el alma lejana de mi infancia
disuelta en unos ojos
queridos
que lo llenaban todo de una maravilla
amanecida
y temblorosa de convaleciente.
Créditos
8 | TARDE OTOÑAL…
Tarde otoñal,
diáfana y pura como de otro mundo.
¡Oh, esta luz,
tibia y suntuosa como un tesoro ideal.
Alargo mis manos
y las doy vuelta mirándolas,
y las cierro luego
con un gesto inconsciente de apresar esta gracia,
mientras sonrío en una eterna dicha dorada…
Créditos
9 | RAMA DE SAUCE
Rama de sauce soy curvada sobre el río
en busca del sentido de la noche del agua.
Rama de sauce soy sensible a las preguntas
del pájaro, en la tarde que ya es un hado extraño.
Rama de sauce que se estremece con la
“celistia” cuando en nosotros como un
calofrío azulea, y que muere de vida
cuando el alma del río en la luna se vuela.
Rama de sauce soy a cuyos pies el tiempo
es un baile de hadas que hacia la noche ondula.
Rama de sauce soy para quien el sentido
de la vida se aclara a una luz de agua.
Rama de sauce soy siguiendo los hilos
de un nocturno canto en la emoción del río,
en busca del secreto sensible del paisaje
que aun amándolo se le escapa, delgado.
Rama de sauce soy curvada sobre el río
en busca del sentido de la noche del agua.
Créditos
10 | CLARIDAD, CLARIDAD
Claridad, claridad.
Forma ligera y profunda
de la dicha.
En un sueño de dicha
juegan aquellos niños.
Claridad.
Sueño de la plenitud
lleno a la vez de los sueños
transparentes del agua,
abiertos a otro abismo
aún más puro.